Tohil convence a los señores de la tierra a través de sus sacerdote pero su dominio destruye el quiché
En cuanto a Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam, no se sabía dónde estaban. Pero cuando veían a las tribus que pasaban por los caminos, al instante se ponían a gritar en la cumbre de los montes, lanzando el aullido del coyote y el grito del gato de monte, e imitando el rugido del león y del tigre.
escrito por: Luis Elíseo Toscano Ajiataz
escrito por: Luis Elíseo Toscano Ajiataz
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